En esta construcción de madera que hace las veces de templo, fue recluida Vilma Trujillo García. De allí la sacaron viva, pero murió quemada. |
"La insólita historia de la joven nicaragüense que murió quemada en un rito para sacarle los demonios.
Por Fernando Alexis Jiménez * | Editor de EBR|
“La quemaron viva
para liberarla del demonio”. Frío, contundente, estremecedor. Un testimonio
escueto de lo que había ocurrido a Vilma Trujillo, una mujer de
25 años, que tras advertir sobre asedios del “enemigo
espiritual”, fue
recluida por espacio de una semana en
un templo evangélico, en El
Cortezal, una zona rural de Nicaragua.
Tenía
alucinaciones y hablaba sola. Su esposo argumentó: "Ella
me dijo que el demonio la estaba perturbando." Su tía, Ángela García,
relato que decía cosas raras. "Lloraba, se arrodillaba, hablada del diablo. Nunca la había visto así", agrega.
De acuerdo
con sus familiares, le dijo a una hermana que estaba embarazada, que no iba a
tener un bebé sino una serpiente.
Intervención de la iglesia
Como
consultar un médico resultaba complicado, dada la distancia en la que se
encontraban—a casi un día de camino--, llamaron al pastor de la congregación a
la que asistía Vilma. El ministro, de 23 años, les dijo que podía ayudar en la liberación.
Llevaron a la joven al lugar que servía de templo, la recluyeron sin
darle agua ni alimentos. Entre tanto, la comunidad de creyentes oraba.
Su familia intentó entrar al lugar, pero no se lo permitieron. Ella misma
no pudo escapar.
Oraciones y fuego
Alguien dijo que Dios le había hablado diciendo que “Vilma Trujillo podía ser libre si expulsaban los demonios con fuego”.
Buscaron leña, organizaron una fogata y amarraron a la mujer a un árbol
de guayaba, muy cerca de la hoguera.
Todavía no está
claro si la empujaron al fuego o si las llamas crecieron hasta tal punto que
lamieron su cuerpo. Vilma gritaba: “¡Me voy a morir, me
voy a morir!".
¿Qué hicieron los testigos del incidente? Aseguraban que ella
resucitaría. Murió incinerada.
Catalino López
Trujillo, llegó al lugar a mediodía, cuando las últimas llamas todavía ardían.
Encontró a su hija desnuda, con quemaduras en el 80% del cuerpo. Estaba semi
inconsciente. Pedía agua.
La trasladaron por
espacio de doce horas, cargada en una camilla, hasta llegar al centro médico
más cercano. Los doctores del poblado de Rosita diagnosticaron que su estado
era grave y recomendaron trasladarla en avión hasta Managua. Sin embargo, ya
era demasiado tarde.
Vilma
Trujillo García murió el pasado 28 de febrero por causa de un edema pulmonar -con sus
pulmones llenos de sangre- e insuficiencia orgánica múltiple. Su drama había
comenzado el 15 de febrero, cuando fue llevada a la iglesia. El 21 de febrero encendieron la hoguera, que
la quemó.
Cuidarnos del fanatismo
Cuando
vamos a las Escrituras leemos un texto clásico que millares de personas recitan
sin siquiera abrir su ejemplar de la Biblia:
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”(Efesios 6:12)
Estamos identificados:
libramos tremendas batallas contra un mundo espiritual de maldad que posee a
quienes no se apropian de la obra redentora de Cristo y andan en pecado, o
asedian a quienes profesando la fe cristiana, le abren las puertas a las
tinieblas.
En lo que
no podemos caer es en el fanatismo. En ninguna parte leemos que para ministrar
liberación haya que encender una hoguera, tampoco que la persona deba ser
expuesta a las llamas.
Errores comunes
Los
cristianos evangélicos no podemos caer en el error de ver demonios por todas
partes. Lo digo con conocimiento de causa, ya que por muchos años el Señor
Jesús me ha utilizado para ministrar liberación a los cautivos, como sin duda
utiliza también a los que se disponen a ser vasos útiles en Sus manos.
De hecho,
he impartido y publicado en la Internet tres cursos en varias de cuyas
Lecciones se insiste que antes de liberar a un endemoniado, se determine en
oración y con la guía de Dios, si en verdad está poseído o quizá padece una
enfermedad mental.
No
obstante abundan por doquiera cristianos que se proclaman dueños de la verdad
absoluta y profieren gritos a diestra y siniestra para expulsar demonios.
No siguen
el más mínimo protocolo. No averiguan, simplemente actúan. Y es allí cuando se
cometen grandes errores.
Guiados por el Espíritu Santo
No
podemos obrar movidos por la pretendida “experiencia” ni por las emociones.
Antes de ministrar liberación a una persona supuestamente endemoniada,
deberíamos entrevistarlas. Igual a sus familiares.
Sin que
se convierta en una “patente de corso”, orar y pedir la guía del Espíritu Santo
antes de obrar. Actuar sin pensar, nos lleva a cometer grandes errores.
Lo
ocurrido con Vilma Trujillo García en un remoto caserío de Nicaragua, no puede
repetirse. Incurrir en esa insensatez antes que honrar y glorificar las Buenas
Nuevas de Salvación, trae deshonra al Evangelio.
Espero,
por supuesto, sus comentarios.
©
Fernando Alexis Jiménez es Director de la website www.GuerraEspiritual.Org Junto con
su esposa Lucero, son pastores en la MISIÓN EDIFICANDO FAMILIAS SÓLIDAS, en
Cali – Colombia.
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