junio 2017

Cuando perdonamos y bendecidos, nosotros mismos experimentamos bendición. Es un principio que debemos aprender y vivenciar.
Por Fernando Alexis Jiménez (*)
La Biblia abunda en versículos que refieren la necesidad de perdonar a quienes nos causan daño, pero además, la importancia de bendecir a quienes nos maldicen. Es un principio universal que desencadena sobre nosotros enormes bendiciones.

Para adentrarnos en el tema, le sugiero leer y medite en los siguientes textos de la Escritura: Job 31: 29, 30; Mateo 5: 43-48.

Ahora, una vez haya hecho esa breve exploración bíblica, le animamos a conocer y apropiarse de cuatro pasos para ser bendecidos cuando bendecimos a quienes nos maldicen:

1. Bendecir con mis actitudes a quien nos causa daño nos libera (Mateo 5: 38-41)

2. Bendecir a quien nos causa daño trae paz a nuestro mundo interior (Romanos 12:17-21)

3. Bendecir a quien nos causa daño transforma nuestra vida (Efesios 4: 29-31)

4. Bendecir a quien nos causa daño nos permite reconocer que no somos jueces (Génesis 50:18-21)

Tenga presente que perdonar es bendecir. Demanda un cambio de actitud de parte de cada uno de nosotros. Sobre esa base, comparto con usted una ruta sencilla que resultará muy gratificante para su vida en todas las áreas:

1. Bendecir es hablar y pensar bien de quienes nos maldices (Lucas 6:28)

2. Debemos orar por quienes nos maldicen (Lucas 6. 28, 23: 34)

3. Debemos ayudar a los enemigos (Romanos 12: 20; Cf. 2 Reyes 6: 21- 23)

4. Debemos hacer el bien a nuestros enemigos sin esperar recompensa (Lucas 6: 35, 36)

** Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y, junto con su esposa Lucero, son pastores en la  Iglesia Misión Edificando Familias Sólidas, en Colombia www.FamiliasSolidas.Com


Dios desea bendecirnos. Ése ha sido el plan desde el comienzo de la creación. Las bendiciones, no obstante, están sujetas a nuestra fidelidad al Señor, caminando en Su voluntad.
Por Fernando Alexis Jiménez (*)
Todos anhelamos ser bendecidos. No dudo que usted igual. Pues bien, la pregunta fundamental es: ¿cuáles son los pasos? La respuesta está en las Escrituras. Nos revelan el plan de Dios para que experimentemos prosperidad en todas las áreas de nuestra existencia.

Le animo para que, inicialmente, explore el texto del Salmo 128:1-6. Allí encontrará al menos tres elementos que son significativos y en los que debe meditar:

Ø  La fidelidad a Dios cambia el curso de nuestra historia personal y familiar.
Ø  Si somos bendecidos, también lo es nuestra familia.
Ø  Bendecir a nuestro cónyuge y a nuestros hijos debería ser un principio de vida diario.

Ahora, volvemos al tema que nos ocupa. Le invito para que, con base en las Escrituras, estudie y aplique siete principios para caminar en las bendiciones de Dios a nivel personal y familiar:

1. Debemos afirmarnos en la fe  y declarar diariamente bendiciones sobre nuestra familia (Hebreos 11: 20, 21)

2. Debemos declarar bendiciones sobre nuestra relación conyugal (Proverbios 5:15, 18-20)

3. Permita que Dios ocupe el primer lugar en su familia (1 Crónicas 13:9-14)

4.- Vuelva a los orígenes, al camino de consagración, y conduzca a su familia en esa dirección (Jeremías 6:16)

5. Muévase en las bendiciones de Dios para usted y su familia (Génesis 1: 22, 28).

Ø  Las bendiciones son mencionadas alrededor de 500 veces en la Biblia. Están presentes desde el comienzo de la creación.

6. Declare bendiciones sobre sus padres y sus hermanos (Génesis 24:60)

7. Glorifique a Dios cada vez que reciba bendiciones.

Recuerde que si anhelamos las bendiciones, debemos restaurar nuestra relación con el Señor. Es el primer y más grande paso. Y lo damos cuando recibimos a Jesucristo como Señor y Salvador. Podemos asegurarle que su vida será transformada. Y las bendiciones, que son el fruto de la fidelidad al Señor, llegarán a su vida y a la de su familia.

** Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y, junto con su esposa Lucero, son pastores en la  Iglesia Misión Edificando Familias Sólidas, en Colombia www.FamiliasSolidas.Com

Si siente que ha caído en las redes de la adicción a los teléfonos celulares, es hora de ser libre. Reconozca el problema y dependa de Jesucristo para romper esa atadura.
Toda cadena se puede romper, por el poder de Jesucristo. Él deshace cualquier atadura, pero debemos depender de Él y no luchar en nuestras fuerzas. Una forma  eficaz es a través de la oración cuando experimentemos debilidad. El amado Hijo de Dios, el Dios de poder, nos fortalece para vencer."
Por Fernando Alexis Jiménez| Editor EBR|
Generalmente consideramos adictos a quienes no pueden escapar del consumo de las drogas, el alcohol o el cigarrillo, pero nunca a quienes no pueden prescindir del teléfono celular. Pero, ¿sabía que sí lo son? Millares de personas se encuentran en esta situación. Este creciente fenómeno se conoce como nomofonia, que es el temor irracional a estar desconectado a través de un dispositivo electrónico.

Los especialistas estiman que, a cifras de hoy, el 86% de quienes son usuarios de internet a través de tabletas o teléfonos, se sienten mal física o emocionalmente cuando están desconectados. En síntesis es uno de los vicios más arraigados del siglo veintiuno. Entre las posibles causas comunes se cuentan el aislamiento, la inseguridad y la baja autoestima.

Cinco síntomas inequívocos de que corre peligro  

Quizá considera que su ansiedad por estar conectado a la internet a través de un mecanismo portátil, no es tan grave. Pues bien, le invitamos a revisar los siguientes síntomas para verificar si corre peligro:

1.       El teléfono celular se ha convertido para usted en una prioridad.
2.       Si no tiene a mano el celular se siente desorientado.
3.       Si está ocupado en el teléfono le importa poco que esté a su lado su cónyuge e hijos.
4.       Cuando su teléfono se queda sin batería, experimenta ansiedad o desesperación y busca afanosamente quien le preste un cargador.
5.       Lo primero que hace al levantarse es mirar el teléfono y es, igualmente, lo último que hace antes de ir a la cama.

Por favor, tómese el tiempo que considere oportuno para evaluar su vida y, despacio, haga un chequeo para verificar en cuáles de los puntos coincide su vida. Si es en todos, definitivamente corre peligro de ser adicto o, al menos, estar en la frontera de caer en ese hábito compulsivo.
Evidencias de que padece de nomofobia

Quien cruzó los límites y definitivamente es adicto al celular, enfrentará al menos dos de los siguientes síntomas:

1.       Presenta el síndrome de la abstinencia cuando no tiene a mano el teléfono celular.
2.       Presenta estrés cuando no tiene a disposición el teléfono celular.
3.       Vive obsesionado por estar conectado a través del celular.
4.       Considera el teléfono como algo indispensable en su vida.
5.       Presente afectaciones eventuales como taquicardia, sudoración excesiva y dolores de cabeza y de estómago.

El 40% de los adolescentes se encuentra inmerso en una adicción al teléfono, pero el 60% restante del segmento de población activa con este problema, se distribuye entre jóvenes y personas que oscilan entre los 35 y 60 años.

Siete sugerencias prácticas

Si ha reconocido que enfrenta una adicción al teléfono, es importante que admita que su vida no puede girar en torno al celular. Es un instrumento para facilitar su vida, pero no puede convertirse en esclavo del dispositivo electrónico.

A continuación, algunas sugerencias prácticas:

1.       Renuncie por algún tiempo a su teléfono de alta gama, y utilice uno de los más sencillos.
2.       En caso que le resulte difícil esa renuncia voluntaria, trate de romper la rutina de estar prendido del celular. No es algo que se logra de la noche a la mañana, sino progresivamente.
3.       Establezca horarios para consultar el teléfono celular. Puede comenzar con 30 minutos e ir espaciando el lapso hasta llegar a mirar el dispositivo cada 3 horas, que es algo manejable.
4.       Ponga límites al tiempo de conexión a la internet.
5.       Reconozca que renunciar a la adicción al celular le permitirá ganar más tiempo para su familia. El sacrificio vale la pena.
6.       6. Apague el teléfono cuando esté compartiendo tiempo en familia o quizá en una reunión.
7.       Cuando vaya a dormir, desconecte su teléfono.

Piense por un instante que Dios lo creó con las potencialidades para ser libres. No puede, bajo ninguna circunstancia, terminar siendo adicto.

Dependa de Dios para ser libre

El único que nos lleva a la libertad, es Dios. El Señor Jesús es el camino. En la Palabra leemos: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”(Juan 8:31, 32)

Toda cadena se puede romper, por el poder de Jesucristo. Él deshace cualquier atadura, pero debemos depender de Él y no luchar en nuestras fuerzas.

Una forma  eficaz es a través de la oración cuando experimentemos debilidad. El amado Hijo de Dios, el Dios de poder, nos fortalece para vencer.

Reconocer que hemos estado fallando, es esencial (1 Juan 1.9). Dios nos ayuda en todo el proceso de ser libres. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Otro elemento valioso es rendir nuestros pensamientos a Cristo, desechando todo aquello que nos lleva de nuevo al comienzo de todo, es decir, a las adicciones (Filipenses 4:8)

Si aún no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, es hora de que lo haga. Permita que Él reine en su vida y en su familia. Es la mejor decisión que podrá tomar.

** Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y, junto con su esposa Lucero, son pastores en la Iglesia Misión Edificando Familias Sólidas www.FamiliasSolidas.Com

Hay una estrecha relación que no podemos desconocer entre la homeopatía y el ocultismo. Descubra sus orígenes.
Hay una estrecha relación que no podemos desconocer entre la homeopatía, la nueva era y el ocultismo. Es necesario mantenernos alerta ante los peligros." 
Fernando Alexis Jiménez (*)
El avance sin precedentes de la Nueva Era en los últimos veinte años, ha traído consigo un florecimiento de la homeopatía disfrazada de términos como “medicina alternativa”. Pero, ¿acaso hay algo malo en el asunto? Para su sorpresa, le mostraremos hoy que sí.

En primer lugar abordemos el asunto del fundador de la homeopatía. Fue el médico alemán Christian Friedrich Samuel Hahnemann, más conocido como Samuel Hahnemann (Meissen, Alemania, 10 de abril de 1755-París, 2 de julio de 1843).

Desde los 22 años estuvo vinculado a la masonería, alcanzó uno de los grados más altos y, de hecho, rechazó a Jesucristo como Salvador. En su lugar, hablaba en sus escritos de una “fuerza cósmica”, particularmente en su libro cumbre Organón.

La relación con el ocultismo

En esencia y quienes conocen a fondo la homeopatía, saben que tiene estrecha relación con la práctica de la magia blanca. Ocultismo al fin y al cabo.

Hoy día tiene mucha fuerza en varios países de Europa y Suramérica. De hecho, resulta más económica que la farmacología convencional.

Varios autores de la homeopatía han reconocido sus nexos con el ocultismo. Además de las veladas alusiones al tema por parte de su fundador, Samuel Hahnemann, encontramos a George Vithoulkas y David L. Brown.

Es tiempo de abrir los ojos

No podemos desconocer que en América los indígenas utilizaban ciertas plantas para paliar o curar sus enfermedades, pero tampoco podemos dejar de lado que la Nueva Era está tomando una fuerza inusitada a través de las “medicinas alternativas” y está sembrando el ocultismo entre la sociedad.

De hecho, el asunto fue claro cuando el apóstol Pablo visitó Éfeso. Después de compartirles el Evangelio de Jesucristo, reconocieron haber incurrido en prácticas ocultistas. “Muchos de los que habían usado la magia reunieron los libros y los quemaron delante de todos” (Hechos 19, 19)

No podemos caer en las mismas prácticas que el enemigo espiritual ha venido promoviendo en la sociedad hoy día.

El mismo apóstol Pablo escribió: “No participen en las obras inútiles de la maldad y la oscuridad; al contrario, sáquenlas a la luz.”(Efesios 5:11 | NTV)

Es necesario hacer un alto en el camino y revisar a qué estamos recurriendo en procura de ser sanados de nuestras dolencias. Y recordamos aquí que es a Jesucristo a quien debemos volver la mirada porque de él proviene nuestra sanidad.

Si no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, le invito para que le abra las puertas de su corazón. Experimentará un cambio y crecimiento sin precedentes. Él nos lleva al maravilloso viaje de transformación en nuestra vida personal, espiritual y familiar. Ábrale hoy las puertas de su corazón.

* Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com


Compartimos con usted valiosos consejos, además de sencillos son prácticos, que le permitirán mantener avivado el amor conyugal.
Cuando se decida amar a su pareja y a sus hijos, y camine de la mano de Dios en ese propósito, todo en casa cambiará. Vivirá la maravillosa experiencia de emprender un viaje juntos hacia el cambio y crecimiento en todas las áreas de su vida."
Por Fernando Alexis Jiménez
¿Cuánto tiempo pude durar una relación conyugal? Este sencillo interrogante ha dado la vuelta en la cabeza de millares de parejas en todo el mundo, en especial cuando uno de los componentes siente que es quien más ama.

Si esa misma pregunta lo atormenta con frecuencia, permítanos informarle que el matrimonio permanecerá firme y tenderá a crecer, en la medida en que usted—de manera voluntaria—alimente el amor.  Nadie lo obliga, ni siquiera las circunstancias. Es usted quien toma la decisión.

El apóstol Pablo, uno de los autores bíblicos que mayores aportes hace a la vida de hogar con sus escritos, describe así el amor:

“El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante;  no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;  todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”(1 Corintios 13: 4-8)

Le animamos a leer el pasaje nuevamente. Aplíquelo a su vida de pareja. ¡De qué manera aplica usted esa enseñanza cuando surgen desavenencias en el trato?¿Está dispuesto a renunciar a su orgullo para perdonar y hacer efectivo ese amor?

Dios alimenta el amor en nosotros, pero nos corresponde a usted y a mí, alimentar ese amor al interior de nuestra casa. Con el cónyuge y con los hijos. Si tiene un disgusto con alguno de los miembros de su grupo familiar, valdría la pena repasar el texto bíblico de la primera carta a los Corintios.

Sumado a la preeminencia del amor que debemos ir regando como una plantita, hay siete consejos en los que coinciden los especialistas para mantener avivado el amor conyugal y familiar:

1.- No olvide los detalles. Los mensajes, esquelas, textos a través del celular, en un mail, flores o chocolates, ayudan mucho en la relación.
2.- Cuide el arreglo personal. No basta con lucir especial para los demás; la primera persona a quien debe mostrarse con especial cuidado en su arreglo, es su cónyuge.
3.- Desarrolle confianza en su cónyuge. No es bueno estar esculcando su teléfono o su mail.
4.- No compare a su cónyuge con otras personas. Genera heridas sin razón.
5.- Responda con amabilidad a su cónyuge, así las cosas no vayan bien. Deje de lado la agresividad.
6.- No sea posesivo. Su cónyuge no le pertenece, sino a Dios. Conquiste a su pareja, pero con amor.
7.- Demuestre el amor a su pareja. Su cónyuge agradecerá que le diga un “Te amo”, que nace del corazón.

Revise cada día estas recomendaciones. Y sume la más importante: Permita que Jesucristo ocupe el primer lugar en su familia.

Cuando se decida amar a su pareja y a sus hijos, y camine de la mano de Dios en ese propósito, todo en casa cambiará. Vivirá la maravillosa experiencia de emprender un viaje juntos hacia el cambio y crecimiento en todas las áreas de su vida.


Si aún no ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida, hoy es el día para hacerlo. Permita que Él reine en su corazón y le lleve a nuevos niveles de crecimiento personal, espiritual y familiar. Decídase hoy por Jesús en su corazón.

** Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y, junto con su esposa Lucero, son pastores en la Iglesia Misión Edificando Familias Sólidas www.FamiliasSolidas.com 

Amar no es depender. Es un principio de vida conyugal que debemos tener en cuenta. Si enfrentamos esa situación, debemos resolverla cuanto antes con ayuda de Dios. 
¿Cuándo comprobamos que estamos dependiendo de alguien? En primer lugar, cuando sin él o ella, hablando de nuestro cónyuge, no somos felices. Sentimos que los días se tornan grises."
Por Fernando Alexis Jiménez (*)
¿Se ha preguntado si ama a su cónyuge o, sencillamente, depende de él o de ella? Es una pregunta que reviste importancia. No la tome a la ligera. Haga un espacio en su cotidianidad y evalúese con detenimiento. 

La dependencia podría ser comparada con la adicción a una relación, que por supuesto, resulta algo nociva para nuestro ser.

Antes de abordar el asunto, le invito a considerar un texto que forma parte de la primera carta que escribió el apóstol Pablo a los creyentes de Corinto, atinente al amor:

“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”(1 Corintios 13:13)

El amor reviste una significación especial, en nuestra vida pero también en nuestra relación de pareja y con los hijos. De ahí que, cuando dependemos de alguien o la relación con esa persona llega a convertirse en algo fundamental y no podemos vivir sin él o ella, estamos llegando a un punto de desequilibrio.

Señales inequívocas

¿Cuándo comprobamos que estamos dependiendo de alguien? En primer lugar, cuando sin él o ella, hablando de nuestro cónyuge, no somos felices. Sentimos que los días se tornan grises. Y si hay un conflicto, por supuesto, consideramos que el mundo se derrumba bajo nuestros pies.

Otras señales inequívocas son:

Ø  Sentirnos abandonados si nuestra pareja se marcha bajo enojo.
Ø  Soportar los malos tratos porque no queremos perderle.
Ø  Depender de él o ella para todo cuanto hacemos.
Ø  Esforzarnos por complacerle en todo, aún a costa de nuestra propia infelicidad.
Ø  No piensan en sí mismos.
Ø  Experimentan baja autoestima.
Ø  Si reciben críticas de su pareja, sienten que el mundo se les vino encima.

Estos aspectos vale la pena considerarlos porque si en uno o varios puntos coincidimos, sin duda, estamos bajo una dependencia emocional y afectiva que resulta dañina.

Sugerencias para resolver el problema

En primer lugar, reconozca que usted está enfrentando un problema. Y decimos problema porque a menos que haya una intervención, no se resolverá.

Desde la sicología hay muchas formas de atender el asunto, pero para nosotros como cristianos, el mejor camino es pedirle a Dios en oración que ministre nuestra vida con sanidad interior. Cuando Él toma cartas en el asunto, el problema verdaderamente se resuelve.

Nuestras sugerencias, entonces, se orientan en la siguiente dirección:

1. Dependa de Dios para resolver el problema que enfrenta.
2. Reconozca que el problema de la dependencia no se resuelve de la noche a la mañana, es un proceso.
3. Piense en sus propias necesidades primero, para que avance en la superación de la dependencia emocional.
4. Pídale a Dios que le ayude a retomar la identidad dañada, recobrando su autoestima.
5. Aprenda a dimensionar el amor que usted da, bajo qué condiciones, así como el amor que recibe a cambio.

En todo este proceso es fundamental que Dios intervenga. Sin Él, se nos dificultará dar pasos sólidos. Recuerde, amar debe estar en consonancia con ser amado. Es un equilibrio que sólo nuestro amado Señor nos ayuda a alcanzar.  

A propósito, si no ha recibido a Jesucristo, le invitamos a que tome esa decisión hoy. Es la mejor que jamás podrá tomar, porque prendidos de Su mano poderosa, vivimos la maravillosa experiencia de crecer en las dimensiones personal, espiritual y familiar.

* Fernando Alexis Jiménez es pastor de la Misión Edificando Familias Sólidas www.FamiliasSolidas.Com  

Podemos tener la certeza de que, las semillas del evangelio sembradas hoy, germinarán a su tiempo.

Por Fernando Alexis Jiménez (**)
Lo que jamás imaginé, es que enseñanzas impartidas hace 15 años, vieran sus frutos cuando hasta yo mismo las había olvidado. Fueron principios bíblicos alrededor de las misiones que compartí con un grupo de jóvenes. El tiempo pasó y creí que aquellas clases habían quedado en el baúl de los recuerdos. Pero no fue así.

Durante una reciente capacitación sobre plantación de iglesias a la que asistí como invitado, con el ánimo de aprender, el facilitador era uno de mis discípulos. Las cosas habían cambiado. Ya no era un aprendiz, ahora es un pastor. Su labor consiste en formar anualmente decenas de pastores y líderes en todo el país. Es un multiplicador.

El asunto me hizo reflexionar en un pasaje del Antiguo Testamento:
“La lluvia y la nieve caen de los cielos y no se regresan, sino que humedecen la tierra, la fecundan y la hacen germinar, dando semilla al campesino y comida a la gente. Así también pasa con mi mensaje, no volverá a mí vacío, sino que hará lo que yo quiero y cumplirá bien el propósito para el que lo envío.”(Isaías 55: 10, 11 | La Palabra de Dios para todos –PDT--)
Jamás imaginé que aquellos mensajes compartidos, hace tantos años, se vieran reflejados en ilustraciones y referencias que hizo en formador, en el evento al que asistí. No puedo negarlo, fue muy gratificante.

Quizá usted tiene personas a cargo. Es formador. Y, como me ha ocurrido, se ha preguntado muchas veces si el trabajo vale la pena. Sin duda que sí. Siempre y cuando nos centremos en la Palabra, esas enseñanzas permanecerán en el tiempo y rendirán sus frutos.

Le animo a perseverar. La grata experiencia de hace pocos días, me llevó a comprender que como ocurre con el trigo, las pequeñas semillas que sembramos, temprano y tarde fructificarán.

** Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y, junto con sus esposa Lucero, son pastores en la Iglesia Misión Edificando Familias Sólidas www.FamiliasSolidas.Com , en Cali – Colombia.

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