Jamás se retraiga de decirle a sus seres amados cuánto los quiere. Esa sencilla decisión marcará la diferencia en muchas vidas. |
No se retraiga de una decisión que puede ser importante para su existencia. Acérquese ahora, ya mismo, a esos seres amados y dígales con palabras salidas de lo más profundo de su corazón, que les ama."
Por Fernando Alexis Jiménez|
Quiso decirle que lo amaba, pero nunca lo hizo. Y justo la
noche que se acostó con la firme decisión de ir al hospital y decírselo,
recibió la noticia. Cayó dormido profundamente y, al filo del amanecer, recibió
la llamada telefónica. Su padre había muerto.
Quiso decirle que lo amaba, pero nunca lo hizo. Muchos
factores se atravesaron en el camino. Le guardaba resentimiento por el mal
trato durante la niñez. No pudo perdonarlo, ni siquiera cuando una tarde gris
de domingo, él le contó que sufría cáncer terminal. “Ya sanarás”, se limitó a decir. Se mostró insensible frente al
dolor de su progenitor.
Quiso decirle que lo amaba, pero nunca lo hizo. Creyó que
habría una nueva oportunidad. Quizá mañana. Pero ese mañana nunca llegó. Y
cuando arribó acezante a la sala de cuidados intensivos de la clínica, la
última imagen que pudo atesorar en su corazón fue la de su padre con un rostro
tranquilo mientras lo llevaban en camilla rumbo a la morgue. Había pasado a la
eternidad en paz. Sin duda, si algo le hubiera hecho su hijo, él sí lo perdonó.
Quiso decirle que lo amaba, pero nunca lo hizo. Creyó que le
debía más a su madre, de quien siempre recordaba sus cuidados. Olvidó que su
padre trabajaba hasta altas horas de la noche para darle lo necesario y cubrir
sus necesidades e, incluso, lo mucho que se esforzó por saldar los costos de la
universidad en la que estudió.
Quiso decirle que lo amaba, pero nunca lo hizo. Prevalecieron
en él un cúmulo de rencores. Olvidó la enseñanza del Señor Jesús cuando alguien
se le acercó para preguntarle cuántas veces debería perdonar a su prójimo que
pecara contra él:
"Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces? —No siete veces —respondió Jesús—, sino setenta veces siete."(Mateo 18:21, 22| NTV)
Quiso decirle que lo amaba, pero nunca lo hizo. Y cuando se
decidió, ya era demasiado tarde.
NO ESPERE HASTA MAÑANA PARA DECIR “TE AMO”
No deje pasar este momento para decirles a su cónyuge, a sus
hijos, a sus padres o tal vez a sus hermanos que los ama.
Jamás olvide que el hoy es ahora, probablemente no habrá un
mañana. Eso solamente lo sabe Dios. No se arrepienta ni dilate la decisión de
decir un “Te amo” a las personas que
significan mucho para usted.
Como el joven de la historia, millares de personas en todo
el mundo quisieron decirle a alguien cercano que le amaban, pero se detuvieron.
Lo lamentable es que, cuando por fin se decidieron, ya era tarde.
Vamos, decídase, tome su teléfono. Llame a ese ser especial.
Dígale que lo ama. Es la mejor decisión que podrá tomar hoy.
Y la mejor decisión de su existencia, es decirle a
Jesucristo que entre a morar en su corazón. Cuando lo hace, Él obra
poderosamente trayendo transformación en su forma de pensar y de actuar.
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