Cuando nos atrevemos a orar, todo alrededor cambia. Nuestra vida personal, espiritual y familiar experimentan cambios profundos y duraderos. |
Orar a Dios es la mejor decisión que podemos tener si nos anima el propósito de ver transformadas las circunstancias y todo lo que nos rodea. A través de la oración nuestro cónyuge, los hijos, el ministerio y el trabajo, experimentan cambios profundos y duraderos. Escuche esta audio reflexión con Fernando Alexis
Jiménez.
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