¿Tiene un familiar drogadicto? Renuncie a él

Sí, renuncie a ese familiar adicto a las drogas o, en otras palabras, aquel que es químico-dependiente. Deje de preocuparse por esa persona.

No podemos seguir luchando en nuestras fuerzas para transformar a ese familiar drogadicto. Quien puede hacerlo es Jesucristo.

Por Fernando Alexis Jiménez| Editor EBR

Sí, renuncie a ese familiar adicto a las drogas o, en otras palabras, aquel que es químico-dependiente. Deje de preocuparse por esa persona.

Quizá piense que soy insensible y que estoy diciéndole algo equivocado. Le ruego que no saque conclusiones a priori. Tómese el trabajo de leer el resto del texto antes de hacer un juzgamiento.

¿Por qué debemos renunciar al familiar drogadicto?

Le voy a enumerar algunas razones que giran alrededor de las preocupaciones que hasta hoy le han embargado por ese familiar químico-dependiente:

·         Preocupándose, no ha logrado resolver nada hasta hoy.
·         Preocupándose no ha hecho más que enfermarse, perder la tranquilidad y llenarse de estrés.
·         Preocupándose, ha tomado decisiones equivocadas.
·      Preocupándose, se ha enfocado en ese familiar químico dependiente y no en su cónyuge o sus hijos, que no están en condición de consumo.
·         Preocupándose lo que ha procurado es resolver las cosas a su manera.

Debe renunciar a ese familiar para que las preocupaciones no sigan gobernando su existencia.

¿Qué ocurre cuando renunciamos al familiar drogadicto?

Aun cuando le parezca muy duro lo que voy a decirle, es real. Cuando renuncia a su familiar adicto, se producen en su existencia al menos las siguientes consecuencias:

·         Podrá recobrar la serenidad, pensar con calma y dormir en paz.
·         Le permite ocuparse de sus propias necesidades, tanto personales como familiares.
·         Trabajará en la solución de sus problemas familiares, aquellos que se agigantaron porque los descuidó.

Renunciar es un paso ineludible. Hasta tanto lo haga, no podrá ser libre.

Comparto ahora tres granes beneficios de la decisión de renunciar a ese familiar en situación de consumo de drogas:

1. Obtendrá seguridad. Dejará de lado la angustia que lo mantiene agobiado.
2. Recobramos la libertad. Dejamos de lado la montaña rusa en la que se mantienen fluctuando nuestras emociones.
3. Dejamos de culpar a Dios por lo que nos ha ocurrido.

Es probable que el asunto le esté dando vueltas en la cabeza. Insisto, tome la decisión de renunciar. Comprendo que no es fácil. ¿Y entonces? Bueno, no es en sus fuerzas como podrá renunciar a ese familiar adicto, es con ayuda de Dios. Él tiene poder de controlar la situación y transformar la vida de ese hijo o cónyuge, haciéndolo libre.

Recuerde lo que dijo el Señor Jesús:

Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. 30 Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana.”(Mateo 11:28-30. NTV)

Ríndale ese familiar a Él. Permita que nuestro amado Dios y Salvador tome el control y haga lo que sólo Él puede hacer.

Asuma principios para vencer las preocupaciones

Le invito a considerar cinco principios que le permitirán renunciar a ese familiar:

1. Reconozca que usted tiene muchas limitaciones y hasta el momento no ha podido ayudar al químico dependiente.
2. Reconozca que solamente Dios tiene el poder para ayudarle a usted y a su familiar.
3. Olvide sus expectativas para que no sufra desilusiones. Dios es quien transformará ese familiar.
4. Permita que el químico dependiente enfrente las consecuencias por su comportamiento.
5. No siga pretendiendo controlar las circunstancias, queriendo cambiar a ese hijo o a ese cónyuge.

Tenga presente que la lucha no la librará en sus fuerzas sino en el poder de Dios. Usted no está solo. Él quiere ayudarle.

Los fundamentos bíblicos para renunciar

La Biblia nos ofrece al menos seis pautas sólidas para que podamos renunciar a la pretensión de cambiar en nuestras fuerzas a ese familiar adicto:

1. Perdone de corazón al familiar adicto (Efesios 4:32)
2. Reconcíliese con él o ella (Romanos 5:10)
3. Deje que Dios sea quien sane su mundo interior herido, pero además, quien transforme y sane a su familiar adicto (1 Tesalonicenses 5:23)
4. Haga un inventario moral diario, identificando sus propios errores y en qué le puede ayudar Dios (Salmo 139: 23, 24)
5.  Reconozca que tanto usted como su familiar adicto, le pertenecen a Dios (Hechos 17:28)
6. Deposite toda su confianza en Dios (Filipenses 4: 6, 7)

Es importante que dé un paso definitivo, renunciando a controlar las circunstancias que rodean a su familiar adicto. Entréguelo en Sus divinas manos. Él sabrá qué, cómo y cuándo hacerlo.

Si aún no ha rendido su vida a Cristo, hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que es la mejor decisión que jamás habrá podido tomar. Permítale a Dios ser Dios.

NOTA IMPORTANTE: Este mensaje fue compartido por Fernando Alexis Jiménez en la Iglesia #MisiónEdificandoFamiliasSólidas que pastorea junto a su esposa, Lucero, en la ciudad de Cali.    
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