Guárdese de la levadura que contamina su vida física y espiritual

Los cristianos estamos llamados a guardarnos de la contaminación del mundo y de la religiosidad. Del mundo porque a nuestro alrededor siempre encontraremos tentaciones y antivalores conducentes al pecado. No obstante, ir en contravía de la voluntad de Dios ha sido legitimado por nuestra sociedad.

Los panes sin levadura representa la vida sin contaminación a la que estamos llamados los cristianos hoy.

Estamos llamados a ser libres cuando reconocemos el peligro de la levadura, que es el conjunto de principios y antivalores que gobiernan a la sociedad e incluso a muchas denominaciones eclesiales."
Por Fernando Alexis Jiménez | Editor de EBR.

Los cristianos estamos llamados a guardarnos de la contaminación del mundo y de la religiosidad. Del mundo porque a nuestro alrededor siempre encontraremos tentaciones y antivalores conducentes al pecado. No obstante, ir en contravía de la voluntad de Dios ha sido legitimado por nuestra sociedad.

Otro factor de contaminación es la mentalidad religiosa en la que las tradiciones y los principios humanos, están por encima de lo que enseña Dios en Su Palabra.

En cierta ocasión, reunido con sus discípulos “Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.”(Mateo 16:6)

Nadie puede negar que fariseos y saduceos eran corrientes judías muy fuertes en la época, que se preciaban de conocer las Escrituras. Sin embargo, el cuestionamiento es que de nada les servía porque no pasaban de ser meras palabras. Predicaban pero, en la mayoría de los casos, no aplicaban.

¿Por qué habló Jesús de la levadura?  

El Señor Jesús participó en las fiestas del pueblo judío. ¿Las recuerda? Las más grandes eran tres;

·         La fiesta de la Pascua (que se celebraba el 14 del primer mes del año judío) y la fiesta de los panes sin levadura (que iniciaba el 15 del primer mes y concluía el día 21)
·         La fiesta de Pentecostés, conocida como fiesta de las semanas o de la cosecha.
·         La fiesta de los Tabernáculos.

En su conjunto, eran conocidas por el Maestro. De hecho las guardaba, como nos enseña el siguiente pasaje:
“Llegó el día de la fiesta de los panes sin levadura en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua.  Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id y preparad la Pascua para nosotros, para que la comamos.  Ellos le dijeron: ¿Dónde deseas que la preparemos? Y El les respondió: He aquí, al entrar en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle a la casa donde entre.  Y diréis al dueño de la casa: "El Maestro te dice: "¿Dónde está la habitación, en la cual pueda comer la Pascua con mis discípulos?'"  Entonces él os mostrará un gran aposento alto, dispuesto; preparadla allí. Entonces ellos fueron y encontraron todo tal como Él les había dicho; y prepararon la Pascua.”(Lucas 22:7-13)
Pues bien, Jesús que era respetuoso de esas festividades, advirtió en el marco de su preparación, que se mantuvieran alejados de la levadura. En otras palabras, y aplica  a nuestro tiempo, era que se cuidaran de la contaminación tanto física como espiritual.

¿Dónde y cuándo se inició la fiesta de los panes sin levadura?  

La fiesta de los Panes sin Levadura inició cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, como lo relata el Éxodo 12:37-40.

Tras su escape de los egipcios, fueron libres de tres cosas:

·         De la tierra de esclavitud.
·         De una tierra gobernada por los demonios.
·         De una tierra contaminada por el pecado y la idolatría.

Igual hoy. Estamos llamados a ser libres cuando reconocemos el peligro de la levadura, que es el conjunto de principios y antivalores que gobiernan a la sociedad e incluso a muchas denominaciones eclesiales.

No podemos seguir profesando que somos creyentes en Jesucristo pero, al mismo tiempo, negándolo con nuestros hechos.

Mantenernos alerta  

El apóstol Pablo advirtió sobre la contaminación de la levadura (1 Corintios 5:6-8 y Gálatas 5: 8, 9).
Una vez advertidos que hay un factor contaminante, debemos mantenernos alerta.

Sobre esa base, estamos llamados a limpiarnos por la redentora obra del Señor Jesús. Usted se preguntará: ¿Limpiarnos de qué?

Comparto con usted la respuesta que podría dividir en tres pilares:

·         Limpiarnos del viejo hombre.
·         Limpiarnos de la malicia y la maldad.
·         Dar lugar a la sinceridad y a la verdad.

No descuide esta enseñanza que toma como fundamento la Biblia, que es la Palabra de Dios. Si desestimamos la advertencia, nuestra vida cristiana entrará en una etapa de estancamiento y posiblemente, de revés espiritual.

Si no ha recibido a Jesucristo, permítame recomendarle que lo haga. Ábrale las puertas de su corazón al Hijo de Dios. Él le llevará a experimentar crecimiento personal, espiritual y familiar. Decídase hoy por Jesucristo.

© Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y, junto con su esposa Lucero, son pastores en la Misión Edificando Familias Sólidas, en Cali www.FamiliasSolidas.Com

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