La fidelidad a Dios, estar en consonancia con sus propósitos, nos aseguran la bendición. Todo vendrá en el tiempo oportuno y perfecto del Señor. |
Ir tras los senderos humanos para ser prosperados, nos llevará a la frustración y, de paso, puede traer maldiciones. Descubra por qué."
Por Fernando Alexis Jiménez (*)
Millares
de personas andan hoy día tras la prosperidad. Es un afán inexplicable que les
lleva a comprar la lotería cada semana, a participar en rifas e involucrarse en
negocios que rayan con lo ilícito.
Hay
quienes, en ese camino, llegan a consultar a ocultistas. Creen que los riegos y
los amuletos les traerán abundancia.
Sencillamente
andan por el camino equivocado. Las verdaderas bendiciones, tanto físicas como
materiales y espirituales, provienen de Dios.
El
rey David lo dejó claro cuando transfirió el poder a su hijo Salomón. Estaba
dirigiendo una oración a Dios y reconoció su grandeza, como deberíamos hacer
hoy: “La riqueza y el honor solo vienen de ti, porque tú
gobiernas todo. El poder y la fuerza están en tus manos, y según tu criterio la
gente llega a ser poderosa y recibe fuerzas.”(1 Crónicas 29:12 | NTV)
Ir
tras los senderos humanos para ser prosperados, nos llevará a la frustración y,
de paso, puede traer maldiciones.
Un secreto que debemos aplicar
Si
anhelamos la prosperidad, es evidente que debemos asumir que tal deseo debe ir
en consonancia con la voluntad de Dios. Él nos proveerá lo que nos conviene,
aquello que sea de provecho. Como un padre amoroso, no nos dará nada que lleve
a nuestra perdición.
El
secreto estriba en ser fieles a Él, como enseñó el rey David al pueblo de Israel
cuando estaba en entregando el poder a su hijo Salomón (Lea 1 Crónicas 28:8, 9)
Cuando
estamos en consonancia con el propósito eterno del Señor y Su tiempo perfecto,
veremos los resultados, como escribió el rey David: "Deléitate
en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón."(Salmo 37:4 |
NTV)
Si
estamos dispuestos para el Señor, para caminar en fidelidad, las bendiciones
vendrán (Mateo 6:33). Lo dice la Biblia, lo creo y, sin duda, usted también
haría bien en creerlo.
Si Dios bendice, esas bendiciones permanecen
Cuando
Dios nos bendice, nadie podrá detener Su obrar en nosotros y en la familia que
nos ha concedido el privilegio de liderar.
El
rey Salomó lo enseñó al escribir: "La
bendición del Señor enriquece a una persona y él no añade ninguna
tristeza."(Proverbios 10:22 | NTV)
Las
bendiciones están llamadas a permanecer con nosotros. Esa es la verdadera
prosperidad, la que encontramos en Dios.
La
búsqueda afanosa de ser prosperados nos traerá frustración, Dios en cambio nos
bendice honrando nuestra fidelidad. Hoy es el día de reemprender un nuevo
camino.
Quizá
aún no ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador. Hoy es que día para que
lo haga. Ábrale las puertas de su corazón. Permítale que lo transforme y haga
de usted una persona conforme a Su voluntad. Es un paso hacia la victoria
personal, espiritual y familiar, que imprimirá un cambio de 180 grados en su
vida.
*
Fernando Alexis Jiménez es Director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com y,
junto con su esposa Lucero, son pastores de la Misión Edificando Familias
Sólidas en Colombia.
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