En los planes de Dios ha estado desde la eternidad, traer bendiciones a nuestra vida y a la de nuestra familia. Salga del desierto y disfrute las bendiciones de Dios. |
El propósito eterno de Dios es bendecirnos. Su anhelo es que salgamos del desierto donde hay estancamiento, escasez y ruina, para que entremos en la tierra de las bendiciones."
Por Fernando
Alexis Jiménez (*)
En una sociedad donde prima lo
material sobre lo espiritual, millares de cristianos procuran las bendiciones
de Dios y no saben dónde y cómo alcanzarlas. De hecho, muchos cambiaron de
orilla. Antes iban detrás de las loterías o de los préstamos para agenciarse
unos recursos, y hoy en su vida de fe, esperan lo mejor del Señor sin tener que
pagar el precio.
Le tengo una buena noticia:
Dios desea bendecirnos. La pobreza no es un asunto material sino espiritual.
Comenzó con el pecado del género humano (Génesis 3:17-19). Adán y Eva pecaron y
trajeron contaminación a sus generaciones.
Pero le decía, hay buenas
noticias. Dios es la fuente de nuestras bendiciones como enseña la Biblia: “La bendición del Señor es riqueza que no trae dolores
consigo.”(Proverbios 10:22 | Versión Dios habla hoy)
No hay razón de buscar las
bendiciones en otro lugar que en el Señor. Él puede cambiar el curso de nuestra
historia.
Job el patriarca lo dijo: "Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer
estado será muy grande."(Job 8: 7| RV 1960)
Las crisis, como podrá ver, no
serán para siempre cuando estamos prendidos de la mano de nuestro amado Padre
celestial, creemos en Sus promesas y caminamos en fe.
El plan de Dios, bendecirnos
Dios nos ama. Desea lo mejor
para nosotros. Desde antes de la creación, ha querido que disfrutemos lo mejor
de la tierra.
Le invito a considerar cinco
principios sobre las bendiciones que encontramos en las Escrituras para que salga
del desierto y entre en la tierra de las bendiciones:
Ø El
propósito eterno de Dios para el género humano han sido las bendiciones (Génesis
1.28, 27)
Ø Pese
al pecado de Adán y Eva, Dios llamó a Abraham para ser bendecido (Génesis
12.1-3)
Ø Dios
es fiel a sus pactos y promesas (1 Corintios 16. 15, 16)
Ø Gracias
a la obra redentora del Señor Jesús, los cristianos ahora somos herederos de
las bendiciones de Abraham (Gálatas 3.13-16; 2 Corintios 8:9)
Ø El
deseo de Dios es que disfrutemos de las bendiciones (1 Timoteo 6:17)
Tenga presente que podemos ser
prosperados en todo y, de paso, llevar la prosperidad a nuestra familia, y en
general a las personas con las que interactuamos.
Transfiera las bendiciones
Si somos bendecidos, debemos
considerar la posibilidad de llevar esas bendiciones a otras personas. ¿De qué
manera? A través de la generosidad.
El apóstol Pablo en su primera
carta a los creyentes de Corintio, escribió: “Cada
uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo
suficiente, abundéis para toda buena obra...” (2 Corintios 9:7, 8)
Observe que la ruta es muy
sencilla: disponer el corazón para dar, pero al mismo tiempo, una consecuencia:
recibir bendiciones. Nada nos faltará. En otras palabras, es transferir las
bendiciones a los seres que amamos y con aquellos con los que trabajamos o
quizá nos relacionamos en la iglesia.
Si aún no ha recibido a
Jesucristo, hoy es el día para que lo reciba en su corazón como su Señor y
Salvador. Puedo asegurarle que es el comienzo de un maravilloso viaje hacia el
crecimiento personal, espiritual y familiar. Ábrale las puertas de su corazón a
Jesucristo, su Señor y Salvador.
* Fernando Alexis Jiménez es tiene su BLOC
PERSONAL en http://estudiosbiblicosenlared.blogspot.com
y junto con su esposa Lucero, son pastores de la Misión Edificando Familias
Sólidas en Colombia.
Publicar un comentario