¿Desea ser libre de las ataduras a la pornografía?

Está comprobado científicamente que la pornografía genera adicción y que está íntimamente ligada con una alta carga de compulsión hacia prácticas sexuales repetitivas y cada vez más extremas.

La pornografía destruye nuestra vida personal, espiritual y familiar. Sólo Cristo nos hace libres. 
Por Fernando Alexis Jiménez *
Está comprobado científicamente que la pornografía genera adicción y que está íntimamente ligada con una alta carga de compulsión hacia prácticas sexuales repetitivas y cada vez más extremas. 

¿Cuál es la relación? El cerebro, que es el más poderoso órgano de nuestro cuerpo, se ve afectado por las imágenes pornográficas, lo que a su vez genera un estímulo exacerbado del deseo sexual. La reacción química que se produce es distinta de la que desencadena el amor profundo y la atracción a largo plazo.

Como recordará, cuando hay atracción natural, una de las sustancias que se genera es la oxitocina, responsable de anidar sentimientos de conexión, unión y cariño. Esta sustancia se produce y libera en el cerebro cuando abrazamos a nuestra esposa o hijos, y cuando una madre esta lactando a su bebe. También hay otros, como la serotonina y la Adrenalina, que juegan un papel de soporte. Pero es en esta caja de pociones de amor que la pornografía se mueve.

Es así que al exponernos a imágenes con contenido sexual, se liberan altas cargas de dopamina, un neurotransmisor que provoca intensa energía, euforia, atención focalizada, y motivación para conseguir premios—representados por más y más dopamina--. Se produce literalmente una adicción. 

Ahora, sobre estimular el cerebro con altas dosis de dopamina hará que el cerebro se adapte e incremente los niveles de tolerancia. El resultado de aumentar la tolerancia es la de sensibilización, algo similar a lo que los alcohólicos o drogadictos experimentan después de un repetido uso y abuso de su droga de elección.
¿Comprende la gravedad del asunto? La pornografía ata. Se constituye en un vicio del que resulta muy difícil de salir libre. ¿Quién está detrás de esta adicción? No necesitamos mucho para descubrirlo: Satanás.
La pornografía y la inmoralidad atrapan a las personas

En el magistral capítulo siete del libro de los Proverbios, el rey Salomón describió de qué manera nuestro Adversario espiritual procura envolver en una peligrosa red a las personas, hasta el punto de llevarlas a una espiral sin fondo:

“Me puse a ver a los inexpertos, y entre los jóvenes observé a uno de ellos falto de juicio. Cruzó la calle, llegó a la esquina, y se encaminó hacia la casa de esa mujer. Caía la tarde. Llegaba el día a su fin. Avanzaban las sombras de la noche. De pronto la mujer salió a su encuentro, con toda la apariencia de una prostituta y con solapadas intenciones. (Como es escandalosa y descarada, nunca hallan sus pies reposo en su casa. Unas veces por las calles, otras veces por las plazas, siempre está al acecho en cada esquina.) Se prendió de su cuello, lo besó, y con todo descaro le dijo: «Tengo en mi casa sacrificios de comunión, pues hoy he cumplido mis votos. Por eso he venido a tu encuentro; te buscaba, ¡y ya te he encontrado! Sobre la cama he tendido multicolores linos egipcios. He perfumado mi lecho con aroma de mirra, áloe y canela. Ven, bebamos hasta el fondo la copa del amor; ¡disfrutemos del amor hasta el amanecer! Mi esposo no está en casa, pues ha emprendido un largo viaje. Se ha llevado consigo la bolsa del dinero, y no regresará hasta el día de luna llena.» Con palabras persuasivas lo convenció; con lisonjas de sus labios lo sedujo. Y él en seguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa, hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida..”(Proverbios 7:7-23, Nueva Versión Internacional)

Sutileza, engaño, destrucción. Tres peligrosos componentes que se unen y convergen en una estrategia de Satanás: destruirnos mediante hábitos que –si lo permitimos—terminan dominándonos.

Un joven me escribió desde Chicago para relatarme su drama: no podía escapar de la pantalla de su portátil. Pasaba largas horas, especialmente cuando comprobaba que sus padres dormían, frente a imágenes de pornografía. “Muchas veces me encontraron las primeras luces del día viendo fotografías de desnudos.”, describía.

Aumento de la consulta de porno en la Internet

En la década de los 30’s del siglo pasado, la pornografía se popularizó en revistas, especialmente en Europa y Estados Unidos, gracias a enormes emporios de publicaciones. Desde 1991 entró a formar parte de una de las ofertas de la Internet.

Semanalmente alrededor de 60 millones de personas visitan sitios pornográficos de la red. El promedio mensual de exposición individual a este material disponible en la red, fue de 60 minutos.

El mayor volumen de consultantes son personas mayores de 50 años, seguido por un segmento que va entre personas de los 20 a 35 años y un tercer grupo de usuarios entre los 35 y 50 años. 

¿Atado a la pornografía? Es tiempo de escapar

Cuando alguien se torna adicto a la pornografía, sea cual fuere su género, debe tener claras dos cosas: la primera, que se trata de una sutil atadura de Satanás a través de la cual logra establecer fortalezas en la mente de la persona y desde allí, controla sus deseos. La segunda, que el material pornográfico está ligado a prácticas ocultistas.

El asunto lo aborda la Biblia cuando advierte: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.”(Deuteronomio 18:10-12)

Recuerde que estar atado por la pornografía es una forma de idolatría, práctica que es considerada por Dios como abominación.

La pornografía, una forma de idolatría

El profeta Malaquías se refirió al destino de los idólatras y aquellos que caen en las prácticas que están en abierta oposición a los postulados que nos trazó Dios: “Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”(Malaquías 3:5)

Todo aquello que nos relacione con la idolatría o la hechicería—recuerde que hemos mirado la estrecha relación entre la pornografía y la adoración ocultista y satánica—acarrean juicio.

El apóstol Juan lo señala de manera contundente al escribir: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”(Apocalipsis 21.8), y también: “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.”(Apocalipsis 22:15)

Desconozco cuál sea su realidad, pero si ha estado inmerso en la pornografía, lo invito a reflexionar sobre la necesidad de escapar hoy mismo de toda red del mundo de las tinieblas. Es posible ser libre alcanzar esa libertad con el poder de nuestro amado Salvador Jesucristo.

Es la hora de escapar de la pornografía

Usted debe examinarse. Si busca cada vez más nuevas experiencias con la pornografía que satisfagan su necesidad de dopamina, lo más probable es que haya caído en la trampa del enemigo.

Recuerde que el tiempo, como se necesitará mayor estimulación sexual para conseguir el mismo placer, el adicto empieza a buscar nuevas y diferentes formas de incrementar los niveles de producción de dopamina. Cambiara las revistas por vídeos, sexo en pareja por sexo en grupo, grotescos actos sexuales que antes eran impensables que concebirá como "normales" y dejara de ser un observador para convertirse en un participante.

Los niveles de la adicción

La adicción a la pornografía tiene sus niveles. Hay quienes consideran que no pueden vivir sin consultar páginas, filmes o publicaciones con contenido pornográfico. Otross consultan de manera “eventual” algún material de este género y los que están apenas adentrándose en este mundo. Si no paran a tiempo y le rinden su ser a Jesucristo, terminarán bajo terribles ataduras.

Su distanciamiento de Dios será progresivo, hasta descubrir que están muy lejos de Él, como describe el apóstol Pablo. “Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”(1 Corintios 6:8-10)

En su primera carta a su fiel discípulo Timoteo escribe: “…conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.”(1 Timoteo 1:9-11)

Si deseamos emprender una vida renovada, tomados de la mano del Señor Jesucristo, hay un lastre del que debemos escapar con Su divina ayuda: la pornografía. Él nos concede la fortaleza para lograrlo. 

Es posible romper las cadenas

Hoy es el día para escapar. Recuerde que el amado Señor Jesús dijo: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”(Juan 8:32)

No importa cuán bajo haya caído en las ganas de la pornografía. Puedo asegurarle que si rinde su debilidad a Jesucristo y le permite que tome el control del problema, no solo se romperán las cadenas sino que podrá ser libre, tal como lo anhela.

El rey Salomón, refiriéndose a las trampas del enemigo espiritual que él ilustra con la mujer adúltera, escribió: “Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes tu corazón hacia sus sendas, ni te extravíes por sus caminos, pues muchos han muerto por su causa; sus víctimas han sido innumerables. Su casa lleva derecho al sepulcro; ¡conduce al reino de la muerte!.”(Proverbios 7:24-27, Nueva Versión Internacional)

Es necesario permanecer alerta y hoy, que hay oportunidad de escapar, hacerlo. Ser libre de las cadenas que le amarran a la maldad de la pornografía.

Si no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día oportuno para que le abra las puertas de su corazón. Él traerá libertad a su vida, pero además, le concederá iniciar la maravillosa experiencia de crecimiento personal, espiritual y familiar.
* Fernando Alexis Jiménez es director del Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com que le invitamos a visitar.
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