¿Está en disposición de ejercer su autoridad cristiana contra el mundo de las tinieblas? |
Por Fernando Alexis Jiménez
El fenómeno del ocultismo es
mundial y cada vez más se afianza más, ganando adeptos a través de medios
masivos de comunicación como la Internet. La música, la televisión y literatura
difundida clandestinamente, representan otros puntales que contribuyen a la
difusión masiva de prácticas aberrantes que—como he dicho—implican sacrificios
humanos y de animales, especialmente perros, gatos y carneros.
Sin duda se preguntará, ¿Por
qué los rituales deben incluir derramamiento de sangre? La explicación es
sencilla: los satanistas procuran la destrucción del género humano y la
creación de Dios, y tienen claro que en la sangre está la vida.
Nuestro amoroso Padre
celestial advirtió a los primeros pobladores de la tierra sobre la necesidad de
no comer nada que la contuviera: “Pero no deberán comer carne con su vida, es decir, con su sangre. Por cierto, de la sangre de ustedes yo habré de pedirles cuentas. A todos los animales y a todos los seres humanos les pediré cuentas de la vida de sus semejantes. »Si alguien derrama la sangre de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque el ser humano ha sido creado a imagen de Dios mismo.”(Génesis 9:4-6, Nueva Versión Internacional)
¿Observa la trascendencia del
asunto? Quienes adoran el mundo de las tinieblas saben que quitar la vida, así
como beber la sangre y consumir la carne de sus víctimas, va en contravía de lo
dispuesto por Dios—a quien consideran su enemigo--, al tiempo que Satanás les
ha vendido la idea de que les traerá poder.
Nuestro amado Salvador
dijoque gracias a su sacrificio en la cruz, tendríamos acceso al Padre—al ser
perdonados nuestros pecados—y vida eterna: “Jesús les dijo: De cierto, de
cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida
eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera bebida. .”(Juan 6:53-55)
Trasgrediendo esta enseñanza,
los adoradores del diablo acuden a ceremonias en las que utilizan símbolos de
la iglesia católica como hostias consagradas en misas al tiempo que beben de un
cáliz –generalmente robado de un templo--con el líquido vital.
Un incidente ocurrido en
Alemania resulta revelador del por qué actúan así quienes están inmersos en el
ocultismo. Manuela Ruda declaró ante las autoridades que el 6 de julio del 2001
fue partícipe junto con su novio, del asesinato del joven Frank Hackert mientras
apreciaban un programa de la televisión y bebían cerveza. “Estábamos sentados en el sofá y de pronto, Daniel (su
compañero sentimental) se puso de pie. Golpeo con un martillo a Frank. Mi
cuchillo brillaba y escuché una voz que decía: “Apuñálale en el corazón”.
Entonces se lo clave... En ese momento recitamos una letanía satánica…”, relató a las autoridades. Le
propinó 66 heridas con arma cortopunzante.
Una vez perpetrado el crimen,
recogieron la sangre y la bebieron. La sangre quedó esparcida por todo el
lugar, y el escenario del homicidio fue conservado en esas circunstancias por
espacio de tres días hasta el momento en que fueron descubiertos por la policía.
En la vivienda las
autoridades descubrieron una macabra decoración con imitaciones de cráneos
humanos, cuchillos y machetes colgados en las paredes y una colección de
objetos de culto satánico. En una lista encontraron los nombres de 15 posibles
nuevas víctimas.
Manuela negó que se tratara
de un asesinato argumentando que “No fue un asesinato, sino una ejecución.
Satán nos lo ordenó. Debíamos obedecer, Teníamos que matar. Queríamos
asegurarnos de que la víctima sufriera .No podríamos ir al infierno a menos que
lo hiciéramos”.
Durante la investigación
descubrieron que la pareja se inició en el satanismo asistiendo a bares
roqueros del Reino Unido. A través de la Internet Manuela se inició también en
el vampirismo, una práctica mediante la cual beben sangre de personas que se
ofrecen voluntariamente la hacerse cortadas o permitir que se les extraiga
sangre. Igualmente frecuentaba cementerios.
La música, puerta abierta al satanismo
A través de la música el satanismo encuentra una puerta abierta para
establecer fortalezas en la mente de sus seguidores. Un ejemplo es el asesino
en serie, Richard Ramírez, a quien se identificaba como el “Night
Stalker” (“El Merodeador Nocturno”). Aterrorizó a Los Ángeles (California) al
provocar la muerte de 14 personas en la década de los ochenta.
El joven declaró que sus víctimas “Eran ofrendas a mi Señor Satán.”
Decía obrar movido por el príncipe de las tinieblas, a quien pudo conocer
mientras escuchaba una y otra vez la canción “Night Prowdler” del grupo roquero
AC/DC. De hecho oía ese tema mientras seleccionaba a sus víctimas. Richard
Ramirez ostenta el dudoso honor de figurar en la siniestra lista de los
asesinos en serie más famosos de los Estados Unidos, junto a Ted Bundy, Arthur
Shawcross, John Wayne Gacy, Ed Kemper, y Ed Gein, entre otros.
¿Extraño? En absoluto. Recuerde que Satanás antes de encabezar la
rebelión contra Dios, era un ángel que permanecía en su presencia y tal como lo
describe el profeta, quizá estaba relacionado con los cantores en el ámbito
espiritual: “Tu majestad ha sido arrojada al sepulcro, junto con el
sonido de tus arpas.¡Duermes entre gusanos, y te cubren las lombrices! ¡Cómo
has caído del cielo, lucero de la mañana! Tú, que sometías a las naciones, has
caído por tierra. .”(Isaías 14:11, 12. Nueva Versión Internacional)
Para nadie son desconocidas declaraciones de cantantes de varios países
que han condesado pactos satánicos a cambio de fama y fortuna. ¿Por qué no
habría el Adversario de utilizar a estos artistas para ser sus vehículos
humanos y llegar así a poseer vidas de aficionados a sus temas musicales?
Estamos en una guerra
El auge del satanismo obliga que los cristianos asumamos nuestro papel
protagónico en la lucha que se libra en la dimensión espiritual y en la
que—querámoslo o no—estamos inmersos.
La autora cristiana, Rebecca Brown—sobre cuya vida y testimonio se han
tejido muchas versiones procurando desvirtuar su denuncia sobre la adoración de
las tinieblas hoy día—señala:
“Para vencer a la muerte los creyentes deben pasar de una actitud de sumisión a una actitud de resistencia. A menos que nos despojemos de nuestra pasividad no podremos derrotar la muerte. Ella se burlara de nosotros y finalmente se producirán inoportuno fin. Muchos santos confunden hoy día la pasividad con la fe. Razonan que lo han puesto todo en manos de Dios…Suena correcto, ¿es eso fe? No. Es simplemente pasividad perezosa.”(Brown, Rebecca. “El vino a libertar a los cautivos”. 1998. pg. 13)
No podemos asumir una actitud pasiva sino ofensiva frente a los ataques
de Satanás y sus huestes en procura de conservar el dominio en un mundo caído,
como consecuencia del pecado que sobreabunda en la sociedad. Las Escrituras nos
instruyen sobre la necesidad de no esperar ataques del Adversario sino
resistirlo, dando la pelea en el poder del Señor: “Así que sométanse
a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.”(Santiago 4:7, Nueva Versión
Internacional).
Tenemos asegurada la victoria y no podemos permanecer, bajo ninguna
circunstancia, inermes mientras que el mundo de las tinieblas procura nuestra
destrucción. Dios espera de su pueblo redimido, del que formamos parte usted y
yo, que nos paremos en la brecha a favor de Su pueblo (Cf. Ezequiel 22:30)
¿Por qué debemos asumir una posición de guerra? Porque mientras nos
quedamos cómodamente sentados en los templos, millares de personas terminan
bajo la telaraña en la que les enreda Satanás. Procurando seguir expandiendo su
dominio, les promete fama, poder y eternidad.
Su maquinación no es nada nuevo, porque el propio apóstol Pablo expresó
en el primer siglo su preocupación en su segunda carta a los creyentes de
Corinto: “El celo que siento por ustedes proviene de Dios, pues los
tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentárselos como una
virgen pura. Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó
a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero
con Cristo. Si alguien llega a ustedes predicando a un Jesús diferente del
que les hemos predicado nosotros, o si reciben un espíritu o un evangelio
diferentes de los que ya recibieron, a ése lo aguantan con facilidad….”(2
Corintios 11:2-4, Nueva Versión Internacional)
Y no podemos olvidar que –tergiversando la verdad—nuestro enemigo es muy
hábil. Recuerde cuando Adán y Eva se encontraban en el jardín de Edén. Habían
recibido instrucciones precisas de Dios respecto de lo que era y lo que no les
era permitido.
Sin embargo “La serpiente era más astuta que todos los
animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó
a la mujer:—¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del
jardín?—Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—. Pero,
en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho:
"No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán." Pero
la serpiente le dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe
muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a
ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el fruto del
árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para
adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo,
y también él comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron
conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de
higuera.”(Génesis 3:1-7 . Nueva Versión Internacional)
Como podrá apreciar, desde siempre Satanás ha sido un engañador
estratégico. Sabe cómo hacer tragar el anzuelo a sus víctimas. Por ese motivo
no nos debe extrañar que incluso muchos jóvenes, criados a los pies del
Evangelio, enseñados bajo sanos principios y valores, terminen siendo seducidos
a través de la música, la televisión, los videojuegos, las drogas y la
fornicación, por el mundo de las tinieblas.
En nuestra condición de cristianos comprometidos, estamos en la
obligación de poner al descubierto las estratagemas del diablo y su
ejército—cada día más ingeniosas y contaminantes—y resistirlas con el poder de
Jesucristo. El apóstol Pablo ya había advertido claramente sobre los engaños
del mal cuando escribió: “Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo
se disfraza de ángel de luz. Por eso no es de sorprenderse que sus servidores
se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que
merecen sus acciones.”(2 Corintios 11:14, 15. Nueva Versión Internacional)
Debemos compartir con otras personas todo aquello que aprendemos de las
asechanzas y urdimbres del mundo de las tinieblas, para alertarlos. Hacernos
los desentendidos no hace otra cosa que darle más espacio, permitiéndole que
gane terreno.
Ejerzamos la autoridad de Cristo
Sabemos que Satanás y su ejército nos atacan, y que no podemos
permanecer pasivos. ¿Qué hacer entonces? Asumir la autoridad que nos dio el
amado Señor Jesucristo. Él dijo a sus discípulos y a nosotros hoy: “Sí,
les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer
todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.”(Lucas 10:19, Nueva
Versión Internacional)
Recuerde que esa autoridad es la que nos permite, no solo confrontar el
reino de maldad sino además, desarticular el accionar de sus demonios, como
anunció nuestro Salvador al delegarnos la Gran Comisión: “Estas
señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios.”(Marcos
16:17, Nueva Versión Internacional)
Téngalo presente: usted como cristiano tiene poder y autoridad.
Ejércela. Recuerde que estamos en guerra y no podemos diezmar en la batalla.
Sacrificios humanos, rituales del ocultismo, avance inusitado de leyes
que favorecen el aborto, el homosexualismo y las drogas en varios países así
como el avance de la Nueva Era, prenden las señales de alarma. Detrás de hechos
aparentemente intrascendentes que difunden la radio, la prensa, la televisión y
la Internet, se mueven las maquinaciones de Satanás para arrastrar a su dominio
a millares de personas.
Finalmente tengo tres preguntas para usted: ¿Estamos haciendo los
mayores esfuerzos posibles por desenmascarar al diablo y sus
secuaces?¿Resistimos eficazmente a Satanás con la autoridad que nos dio el
Señor Jesús?¿Acaso estamos descuidando la tarea de predicarle a Jesucristo a
toda persona, evitando que se pierdan por la eternidad?
Le animamos a
leer el Portal cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com
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