Rompa siete espíritus generacionales de maldición, enfermedad y ruina

Jesucristo rompe las ataduras a la maldad

Por Fernando Alexis Jiménez

Sin duda habrá oído hablar de los espíritus guía y de qué manera, muchas personas aseguran, ha sido una magnífica oportunidad para tener éxito, tomar decisiones adecuadas e, incluso, prosperar en los negocios.

Gracias a los nefastos avances de la nueva era, que en muchas de sus manifestaciones son una forma velada del ocultismo, ha tomado fuerza en millares de hombres y mujeres la búsqueda de “espíritus guía” y no dan un paso sin que antes se lo consulten.

¿De qué se trata? De demonios. Sea cual fuere el nombre que se les asigne, son espíritus de maldad, enviados por satanás.

Es aquí, para comenzar el análisis, cuando cabe recordar al apóstol Juan cuando escribió: “Queridos amigos, no les crean a todos los que afirman hablar de parte del Espíritu. Pónganlos a prueba para averiguar si el espíritu que tienen realmente proviene de Dios, porque hay muchos falsos profetas en el mundo.”(1 Juan 4:1 | NTV)

El hecho de que, de tanto repetir el engaño, se afirme que son seres que vienen en ayuda de los seres humanos, no significa que detrás de esa doctrina errónea se escondan las tinieblas.

Puerta de entrada a los espíritus generacionales

Los espíritus generacionales son aquellos demonios que se han transmitido por siglos, y que llevan, por ejemplo, a que prevalezcan enfermedades, suicidios o ruina en algunas familias.

Una de las manifestaciones más comunes, son los problemas mentales que están asociados a otros males. Cabe aquí mencionar a la autora cristiana, Doris Wagner, cuando escribió:

“…he ido descubriendo algunos problemas emocionales que parecieran aflorar con frecuencia. Entre ellos, la ira, traumas, violencia, falta de perdón, amargura, odio, prostitución, pornografía, hábitos lujuriosos, furia etc. Entre las emociones que requieren sanidad a menudo se encuentran síntomas de rechazo y enojo.”(Doris Wagner. “Cómo echar fuera demonios”. Editorial Betania. 2001. EE.UU. Pg. 85)

Esos espíritus que se heredan, entraron a nuestros bisabuelos, abuelos o padres, cuando ellos estuvieron inmersos en prácticas ocultistas o de inmoralidad.

A partir de ese momento, se transmiten de manera sobrenatural y, cuando se ministra liberación, se evidencia que están presentes en la vida de personas hoy. El patrón de comportamiento se repite, al igual que ocurrió con personas incluso ya muertas.

Actúa igual que el abuelo”, suelen decir algunas personas. Desconocen que tales comportamientos, fueron heredados genéticamente.

Siete espíritus guías frecuentes

Hay multitud de espíritus guías en las personas; no obstante, entre los más frecuentes, podemos mencionar:

1. Ruina
2. Enfermedad
3. Suicidio
4. Lujuria e inmoralidad
5. Adicciones
6. Temores irracionales
7. Locura, ansiedad y depresión

Cabe insistir que entran en las personas como consecuencia de las puertas que se abrieron en su momento, y que están íntimamente ligadas al ocultismo.

Podríamos, mencionar, la consulta de adivinos, del horóscopo, a los muertos, la idolatría, la inmoralidad sexual, la prostitución, la homosexualidad y adorar imágenes atribuyéndoles alguna divinidad, entre otras prácticas. 

La Biblia condena, desde la antigüedad, el que se recurra a ellas (Cf. Éxodo 20:2-5; Levítico 19:26, 31; 20:6; Deuteronomio 7:2-5)

Rompiendo con los espíritus generacionales

Los espíritus generacionales traen maldiciones, enfermedades, ruina y muerte. El Señor Jesús los desenmascaró al llamarlos hombre fuerte, como también en algunos pasajes se les reconoce como legión (Cf. Mateo 12:29; Marcos 5.9)

Cuando están asentados en una persona, cuando la gobiernan, producen:

  • Ataduras
  • Desasosiego
  • Enfermedades
  • Adicciones
  • Dependencia
  • Comportamiento irracional
  • Ideación suicida

Es fundamental renunciar a toda manifestación de las tinieblas, entre ellas a los espíritus guías y—por supuesto—a los espíritus generacionales.

¿Qué pasos seguir? Le sugerimos, en primer lugar, que reconozca que por su sangre vertida en la cruz, Cristo nos hizo libres. El apóstol Pablo escribió: 

“Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz.”(Colosenses 2:14, 15 | NTV)

Sobre esa base:

1. Reconozca a Jesucristo como su único y suficiente Salvador (Juan 3:16)
2. Reconozca que Jesucristo tiene el poder para romper las cadenas al ocultismo y traer liberación (Mateo 12:28-30)
3. Reconozca que el cristiano tiene autoridad para ministrar liberación (Lucas 9:1)
4. Manténgase limpio, sin volver a prácticas ocultistas, y dependa del Señor Jesucristo siempre (Lucas 11:24-26)
5. Renuncie hoy a toda práctica ocultista para siempre (Tito 2.12)
6. Ábrale su corazón a Jesucristo y permita que el Espíritu Santo ocupe su vida (Romanos 8:14)
7. Aliméntese cada día con la Palabra de Dios.

Jamás olvide que usted fue llamado a libertad, por la obra de Jesús en la cruz. Satanás sólo viene a robar, hurtar y destruir (Juan 10:10), pero Cristo lo hace libre. Decídase hoy por Jesucristo y permita que Él ocupe el primer lugar en su familia.

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