Si Dios gobierna la relación conyugal, se establece la solidez que tanto anhelamos... |
Por Fernando Alexis Jiménez
Cuando el actor Kirk Dougas celebró sus cien años de edad,
en una ceremonia familiar, alguien le preguntó cuáles eran los fundamentos para
que su matrimonio con Anne Doydens llevara firme más de seis décadas.
- 1. Darle un lugar de prevalencia a Dios en el hogar
- 2. Resistencia y perseverancia
- 3. Una vida de disciplina
- 4. Ayudar a los demás, comenzando por el cónyuge
- 5. Nunca intentar cambiar al cónyuge
- 6. Decirle a nuestra pareja lo que pensamos, con sentido de humor, suavemente y con sutileza.
- 7. Procurar no guardar rencor en el corazón.
Anne Doydens fue su segunda esposa. Contrajeron matrimonio
en 1954. Enfrentaron crisis, pero las superaron. Él aprendió a escucharla y a tener en cuenta los consejos que ella le
brindaba.
Kirk volvió su mirada a Dios después de dos incidentes que
pusieron en peligro su vida. El primero, un accidente cerebro vascular y el
segundo, uno aéreo, cuando el helicóptero en el que viajaba se precipitó a
tierra.
UNA VIDA CON PROPÓSITO
Estar muy cerca de morir llevó a Kirk Douglas a reconocer
que Dios tenía un propósito con su vida. “Me salvé dos veces de morir, y en
esos momentos críticos descubrí que Dios y tenía un propósito para mi vida:
hacer el bien antes de morir.”, le dijo a la agencia de noticias AFP.
Este actor protagonizó 80 películas y dejó una profunda
huella en toda una generación de aristas. Es judío práctica y considera que
Dios es y deberá ser siempre el centro en la vida de toda persona.
EL AMOR QUE PERMANECE
Los siete consejos de este artista son valiosos. Nos
inspiran. Pero hay un texto bíblico que hallamos en la carta que dirigió el
apóstol Pablo a los cristianos de Corintios que jamás debemos olvidar:
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no
busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más
se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán
las lenguas, y la ciencia acabará."(1 Corintios 13:4-8)
El amor se alimenta con un corazón que, en primer lugar se
dispone para Dios, y en segundo, para ser instrumento de apoyo, edificación y
bendición para su cónyuge e hijos.
Dios espera que nos convirtamos en hombres y mujeres
comprometidos en la edificación de familias sólidas y desea, siempre, ayudarnos
en ese proceso.
Si no ha recibido a Jesucristo hoy es el día para que le
abra las puertas de su corazón. Él traerá cambio y crecimiento a su vida
personal, personal y espiritual. Ábrale las puertas de su corazón.
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