Por Fernando Alexis Jiménez
Si pensabas que iba a escribir en contra de la Navidad, te equivocas. En casa hay adornos. Los elaboró mi esposa antes que la operaran, y lucen bonitos. La señora del apartamento de enfrente, también los hizo. Llegar al edificio donde vivimos, resulta agradable: hay luces, colorido, alegría.
El problema entonces no es la Navidad, más bien es la
forma como apreciamos la Navidad.
Sin duda coincidimos en un hecho: durante éste
período recordamos aquel pasaje bíblico que relata lo ocurrido en Belén:
“Había pastores en la misma región, que velaban y
guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó
un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron
gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de
gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis
al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció
con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y
decían: !!Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para
con los hombres! Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo,
los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto
que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues,
apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos
los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.”(Lucas
2:8-18)
En esencia, ese debe ser el espíritu de la Navidad.
Recordar que Jesús se hizo hombre para traernos Salvación.
Cambiamos el enfoque de la Navidad
Lamentablemente
la Navidad se ha convertido en algo diferente. La principal preocupación se
enfoca en los regalos, en acordar dónde será la fiesta e, incluso, algunas
familias se dividen porque no se ponen de acuerdo
en torno a cuál será la casa en la que se reúnan el 24 de diciembre en la
noche. ¿Es eso lo que esperaría el Señor Jesús? Por cierto que no.
Junto con mi familia residimos en Cali, en Colombia.
Una ciudad muy linda, soleada, cálida. Pero además de las zonas residenciales,
en el oriente, hay un asentamiento donde la Navidad es distinta. Es en el
Distrito de Aguablanca. Se estima que allí habitan cerca de un millón de
personas. Muchas, con muy escasos recursos económicos.
No me equivoco si le digo que allí la Navidad es
distinta, más auténtica.
Como muchas familias no tienen para comprar regalos
suntuosos o ropa que lucir, se reúnen alrededor de un pesebre, oran, comparten
en comunidad para la cena del 24 de diciembre en la noche, se integran.
No puedo asegurarle que todos tienen en mente a Jesús,
lo cual lamento, pero sí hay un distintivo: Reconocen que Navidad no es sólo
lujos, regalos, viajes, suntuosidad. Para ellos hay otro significado, el de la unidad.
¿Y si Jesús viniera a celebrar la Navidad con
su familia?
Piense, por
un instante, que un invitado a la cena navideña de mañana, es el Señor Jesús. ¿Cree usted que se agradaría de
lo que ve en su hogar? Por favor, no me mal interprete. Sólo piénselo. Reflexione.
Tal vez hay aspectos que todavía está a tiempo de
modificar.
Navidad debe ser un momento en familia. Un espacio para recordar que Dios se
hizo hombre para traernos Salvación. Él debe ocupar el primer lugar en la
celebración. Jesús debe ser el centro de todo.
Y una vez está en ese sitial de preferencia, ahí sí a
compartir los regalos y la cena familiar. Ese es el verdadero sentido de la
navidad, y no podemos olvidarlo jamás.
Fernando Alexis Jiménez es el Director del Portal
cristiano www.MensajerodelaPalabra.Com, y junto con su esposa Lucero,
son pastores de la Misión Edificando Familias Sólidas (www.familiassolidas.com )
Publicar un comentario